Paisajes que quiero ver, pero no puedo
(2020)
Con Paisajes que quiero ver, pero no puedo empiezo durante el confinamiento de la Pandemia por COVID-19, una serie fotográfica en la que fantaseo, recreo y finalmente fotografío dentro de casa, espacios exteriores que me gustaría visitar pero que dadas las circunstancias de confinamiento no es posible. Un proceso experiencial en el que las imágenes son el único vehículo que me permiten viajar vagando entre el anhelo y la presencia, entre el recuerdo y el paso del tiempo de atmósferas vividas así como imaginadas.
Viviendo es como nos descubrimos, a la vez que descubrimos el mundo exterior; este mundo nos da forma, pero también podemos actuar sobre él.
Debe establecerse un equilibrio entre esos dos mundos, el interior y el exterior, que en un diálogo constante, forman uno solo, y ese es el mundo que debemos comunicar.
Henri Cartier-Bresson.
Tras reconocer que muchas imágenes hacían referencia al agua como elemento y al mar como paisaje, concluyo mi necesidad de ir más al mar a partir del desconfinamiento. Es así entonces, en aquellos paseos por los que vagaba disfrutando de la brisa marina y haciendo fotos por el puro placer de hacerlas, cuando empiezo a fantasear con la idea de, con todas las imágenes que he ido haciendo referentes al mar en los últimos años y en adelante, ponerlas a la venta. Es entonces, cuando se va cociendo la idea del proyecto de “Ser del Agua”, uniendo mi pasión por el mar, la fotografía, y el acompañar a las personas a conocerse mejor a través de la imagen.